CRÓNICA DE LA JORNADA 3 DE DHB
El encuentro comenzó exactamente como lo habíamos planeado. Salimos con una estrategia clara y bien definida, logrando hacer daño en los primeros minutos y aprovechando cada oportunidad para sumar puntos. Nuestro esfuerzo se materializó con dos ensayos durante la primera mitad, lo que nos permitió establecer una ventaja temprana y sentir que teníamos el control.
Sin embargo, sobre el final del primer tiempo, concedimos un ensayo que permitió al rival acercarse en el marcador. Aunque aún teníamos una ventaja, este ensayo les dio al CAU un impulso anímico que sería decisivo en la segunda mitad.
Al iniciar el segundo tiempo, nos vimos acorralados en nuestra zona de 22. Resistimos lo más que pudimos, pero finalmente cedimos otro ensayo. Durante el resto del partido, tuvimos oportunidades de remontar, pero nos frenamos a nosotros mismos: los errores y las faltas constantes le abrieron al rival las puertas hacia el marcador. La dinámica del juego se transformó; donde en la primera mitad habíamos dominado con un sistema claro, en la segunda mitad el juego se volvió más caótico. Parecía que habíamos perdido nuestra estructura y caímos en un ritmo de juego que no nos favorecía.
A pesar de estos problemas, logramos anotar un ensayo más, lo que nos dio una ligera ventaja momentánea. Pero la falta de consistencia en nuestro juego y los errores repetidos les permitieron a ellos recuperar el control y aprovechar su última oportunidad con un golpe de castigo que selló su victoria.
No obstante, aunque el resultado no fue el que deseábamos, hubo momentos que demostraron de qué somos capaces. Comenzamos bien, incluso a pesar del desgaste de un viaje largo. La primera parte fue, sin duda, la mejor versión del Fénix esta temporada. Nos demostró que, cuando jugamos concentrados, ordenados y confiados, podemos superar a cualquier rival.
Este partido no marca el final de nuestro camino, sino un recordatorio de lo que somos capaces de lograr cuando mantenemos el rumbo. Seguiremos luchando y creciendo, con la vista en la meta final. A cada paso, necesitamos el aliento y el apoyo de todos. Porque juntos, con determinación y espíritu, podemos alcanzar grandes victorias.